
El día en que vuestra Asociación contactó conmigo y me propusisteis colaborar con vosotros, nada sabía de la Ataxia.
Vi a un grupo de personas que a pesar de vivir en primera persona la enfermedad y sus dificultades, estabais llenos de ilusión por mejorar la calidad de vida de vuestros seres queridos y reivindicabais los avances en una investigación necesaria.
Siempre he sido receptivo con las causas solidarias, pero en este caso fue vuestra ilusión y lucha la que nos impregnó a todos.
