Grupo de Investigación: Embriología experimental. Instituto de Neurociencias UMH-CSIC San Juan de Alicante
INTRODUCCIÓN Y ESTADO DEL TEMA
Entre las enfermedades neurológicas más comunes que producen discapacidad están las enfermedades neurodegenerativas, y de entre ellas, la ataxia es un trastorno motor frecuente. La Ataxia de Friedreich (AF) es una enfermedad hereditaria que causa daño progresivo al sistema nervioso dando como resultado síntomas que varían desde perturbaciones de la marcha y problemas del lenguaje a la enfermedad cardíaca. La
Ataxia de Friedreich, es la ataxia hereditaria más prevalente, que afecta a alrededor de 1 de cada 50,000 personas. Ambos sexos se afectan por igual.
Como con muchas enfermedades degenerativas del sistema nervioso, actualmente no existe cura o tratamiento eficaz para la Ataxia de Friedreich. Sin embargo, muchos de los síntomas y complicaciones acompañantes pueden tratarse para ayudar a los pacientes a mantener un
funcionamiento óptimo por el mayor tiempo posible. La fisioterapia puede prolongar el uso de los brazos y piernas. Los científicos esperan que
los avances recientes en la comprensión de la genética de la Ataxia de Friedreich lleven a descubrimientos en el tratamiento. Así la terapia celular ha sido propuesta como una vía para intentar evitar la muerte de las células neurales, evitando o frenando la progresión de la enfermedad. Múltiples tipos celulares se han propuesto para intentar regenerar neuronas perdi das en este tipo de enfermedades, incluso se ha explorado el uso de células embrionarias progenitoras neurales humanas que presentan importantes problemas clínicos (desarrollo de tumores embrionarios) y éticos.
Las células madre de médula ósea (CMO) es una población de células que ha demostrado ser efectiva en desordenes degenerativos de varios tipos. Gracias a su plasticidad fenotípica normal, además de generar las células madre sanguíneas, pueden diferenciarse como células productoras de hueso (osteoblestos), células cartilaginosas (condorcitos), células grasas (adipositos) (Prockop y col. 1997; Pittenger y col. 1999). Otros estudios han demostrado la producción de células de tipo neural a partir de CMO ( Sanchez-Ramos y col. 2000; Woodbury et al. 2000; Bosolasco y col 2007), así como su potencialidad neurodegenerativa (Mahmood y col. 2002; Akiyama y col. 2002; Dezawa y col. 2002; Uccelli y Mancardi, 2010).
